La psicología forense es una disciplina fascinante que se sitúa en la intersección entre la psicología y el derecho, y su estudio ofrece una amplia gama de oportunidades para aquellos interesados en entender y profundizar en la naturaleza humana dentro de contextos legales. ¿Por qué estudiar psicología forense? Porque esta rama de la psicología no solo enriquece nuestro conocimiento sobre el comportamiento humano en situaciones judiciales, sino que también juega un papel crucial en la toma de decisiones informadas por parte de jueces y otros profesionales del ámbito legal.

El psicólogo forense utiliza su experiencia para realizar evaluaciones psicológicas que pueden influir en casos de derecho de familia, penal, civil y laboral. Desde la valoración de la idoneidad parental en casos de separación y divorcio, hasta la evaluación de la imputabilidad en delitos penales, su trabajo es variado y de gran responsabilidad. Además, estos profesionales deben manejar conceptos jurídicos y técnicas específicas de evaluación para elaborar informes periciales que orienten a los tribunales.

La intervención del psicólogo forense es esencial en situaciones de alto impacto social, donde su análisis puede tener consecuencias significativas tanto para el tejido social como para las personas implicadas. Estudiar psicología forense no solo ofrece la posibilidad de contribuir al sistema judicial, sino también de ayudar a clarificar situaciones complejas, proporcionando una perspectiva psicológica que enriquece la toma de decisiones legales y apoya a las víctimas y a los acusados por igual.

Por qué Estudiar Psicología Forense

AUTOR

Enrique de la Torre Martínez

CATEGORÍA

Blog

FECHA DE PUBLICACIÓN

28 de junio de 2024

TIEMPO DE LECTURA

8 minutos

Objeto de la Psicología Forense

Para responder a la pregunta de por qué estudiar psicología forense, primero debemos examinar el alcance de esta disciplina y el papel crucial de un psicólogo forense.

La palabra “forense” proviene etimológicamente del latín “forum”, que se refiere a un espacio público o plaza donde se celebraban los juicios públicos en la época romana. En la actualidad, este espacio se traslada al ámbito judicial, donde se desarrollan los juicios.

La psicología forense forma parte de la Psicología Jurídica y su objetivo principal es esclarecer la relación entre el comportamiento humano y los procedimientos legales. Esto se logra mediante la realización de evaluaciones y valoraciones psicológicas que se aplican en el contexto legal, proporcionando conocimientos psicológicos a los jueces, fiscales, abogados y, por supuesto, a las personas implicadas directamente.

Para llevar a cabo estas evaluaciones y valoraciones psicológicas, el psicólogo forense debe recolectar, estudiar e interpretar diversos datos, que luego se traducen en elementos útiles para un juicio. Estos datos se recopilan en un informe pericial psicológico forense, constituyendo así una de las contribuciones aplicadas de la psicología al servicio de los tribunales.

La Psicología Clínica y el Derecho

Para convertirse en psicólogo forense, el candidato debe poseer un título de grado o licenciatura en Psicología. Además de estos conocimientos, es necesario incorporar dos aportaciones fundamentales: una desde la psicología clínica y otra desde el derecho.

Es esencial que el futuro psicólogo forense maneje conceptos y normas del sistema jurídico. Es vital conocer la imputabilidad de los sujetos en relación con sus actos, ya que esto determinará si un individuo puede ser considerado responsable legalmente de sus acciones o si existen atenuantes o eximentes que reduzcan parcial o totalmente su responsabilidad. El grado de responsabilidad del perito es elevado, pues su evaluación puede influir en las decisiones de los tribunales.

También es crucial que el futuro psicólogo forense tenga conocimientos sobre los elementos relacionados con los menores, ya que constituyen una población vulnerable que debe ser protegida. Por ello, una de las características del psicólogo forense es su comprensión de los mecanismos legales y procesales.

El psicólogo forense también debe apoyarse en la Psicología clínica. Hasta ahora, la mayoría de los instrumentos de evaluación existentes provienen de la Psicología clínica. Por ello, para ser competente en el campo de la psicología forense, es beneficioso ser un psicólogo clínico experimentado. Los instrumentos técnicos propios de la disciplina forense aún son pocos, por lo que es necesario apoyarse en los existentes en el campo clínico.

Los elementos formativos imprescindibles son los relacionados con:

La metodología

  • Prueba pericial
  • Técnicas de evaluación psicológica y forense
  • Instrumentos de evaluación forense y de psicología clínica
  • Informe psicológico pericial

Ámbitos de aplicación del peritaje psicológico

  • Evaluación psicológica de la responsabilidad (conciencia y voluntad)
  • Implicaciones psicológicas forenses de los principales trastornos psicopatológicos
  • Aspectos psicológicos de la separación, el divorcio y la adopción
  • Valoración psicológica de medidas legales respecto a menores

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¿Cuáles son las Funciones del Psicólogo Forense?

Ya hemos mencionado que la función principal del psicólogo forense es auxiliar al juez con sus conocimientos para que este pueda tomar decisiones informadas sobre lo que se juzga. Para ello, es habitual que el juez realice demandas específicas al profesional, presentándole cuestiones concretas que debe resolver para facilitar el proceso de toma de decisiones del juez.

De este modo, el psicólogo forense puede ser solicitado para realizar evaluaciones y valoraciones psicológicas del demandado, pero también puede intervenir en la otra parte, es decir, en el demandante y en los testigos, evaluando la veracidad de sus testimonios. El perito presentará las pruebas seleccionadas en las áreas psicológicas de intervención y los resultados obtenidos (habitualmente a través de un informe pericial psicológico).

Como se puede apreciar, sus funciones son diversas; además de asistir al juez, puede asistir al fiscal, a los abogados y a la persona que actúa en nombre propio. El objetivo final de la evaluación psicológica forense es elaborar un dictamen pericial ajustado al objeto del litigio. La participación del psicólogo forense se extiende también a la asistencia a los imputados y a las víctimas de los casos.

Cuando interviene por encargo del juzgado, el psicólogo forense está inscrito en el departamento psicosocial, y cuando lo hace como perito de parte, su labor se dirige a ayudar a los abogados de alguna de las partes o a la persona implicada. Una de las funciones menos conocidas del perito psicólogo forense es su intervención en la realización de la autopsia psicológica, la cual ayuda a las autoridades a determinar si una muerte se debe a un suicidio o a un asesinato.

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Ámbitos de Intervención del Psicólogo Forense

La intervención del psicólogo forense está directamente vinculada con el ámbito jurídico, especialmente con los juzgados. A continuación, se detallan los diferentes ámbitos de intervención:

Derecho de familia

Este es quizá el ámbito con más intervenciones periciales psicológicas. El perito psicólogo interviene en informes de idoneidad parental en casos de separación o divorcio, procesos de nulidad matrimonial, acogida y adopción. Frecuentemente, su labor se centra en la atribución de la guarda y custodia, revisión de medidas y régimen de visitas, valoración psicológica de menores y progenitores, y las consecuencias psicológicas de la separación y el divorcio.

Derecho penal

El perito psicólogo interviene en casos relacionados con causas penales, evaluando la capacidad del sujeto para ser juzgado, la afectación de las capacidades volitivas y/o cognitivas (relacionadas con la responsabilidad e imputabilidad), la detección de simulación en los sujetos evaluados, y la evaluación de trastornos psicopatológicos y su relación con el acto delictivo. También evalúa la peligrosidad, la reincidencia criminal y las posibles medidas terapéuticas y tratamientos.

El perito puede intervenir con las víctimas de delitos, los testigos y menores. Con las víctimas, verifica la capacidad de testimonio, la victimización (incluida la secundaria) y las secuelas psíquicas del acto vivido. Con los testigos, su labor se centra en el análisis del testimonio; y con los menores, evalúa su estado psicológico y la credibilidad de su testimonio.

Derecho civil

En este ámbito, el psicólogo forense puede intervenir en casos de incapacitación legal, internamientos judiciales, valoración de la capacidad testamentaria, impugnación de testamentos, estimación de secuelas, evaluación del daño psicológico asociado a enfermedades físicas, secuelas psicológicas derivadas de accidentes de tráfico, y valoración del grado de incapacidad o invalidez.

Derecho laboral

Este es quizá el ámbito menos intervenido por el perito forense. Su labor incluye la valoración de grados de incapacidad laboral o invalidez que afectan el desempeño laboral, secuelas psicológicas derivadas de accidentes laborales, estimación de psicopatologías laborales, detección de simulación y evaluación de acoso laboral (mobbing), un contexto que ha cobrado importancia en los últimos años.

Razones para Convertirse en Psicólogo Forense

Intervenir en psicología clínica y en psicología forense tiene como objetivo común conocer y profundizar en la naturaleza humana. La intervención en ambas disciplinas resulta estimulante y está directamente relacionada con el grado de responsabilidad ante los hechos, situaciones y personas involucradas.

Cuando el perito interviene en casos de gran impacto social, la responsabilidad es alta, tanto por el impacto en el tejido social como para las personas vinculadas a los hechos.

Dependiendo del contexto de desarrollo de su intervención, los motivos que impulsen al postulante a formarse en esta disciplina pueden variar. Toda intervención será de gran importancia para quien reciba la ayuda y el conocimiento del profesional. Así, surge la posibilidad de:

Intervenir en asuntos de fuerte impacto social y personal

  • Valoración de la violencia y riesgo de reincidencia en un caso dado.
  • Evaluación de los daños psicológicos en una persona víctima de violencia de género.
  • Evaluación y valoración de la violencia vicaria.
  • Evaluación y valoración de la victimización secundaria.
  • Ayudar a aclarar muertes violentas (suicidio u homicidio) mediante la autopsia psicológica.

Intervenir en la reestructuración familiar tras la ruptura de pareja o en la conformación de nuevas familias

  • Guarda y custodia de los hijos.
  • Valoración del impacto psicológico en los hijos tras la ruptura familiar.
  • Valoración sobre la patria potestad.
  • Idoneidad para la adopción familiar, total o parcial.
  • Mediación en conflictos y disputas familiares.
  • Intervención como perito en nulidades eclesiásticas.

Valorar la imputabilidad de los sujetos

  • Evaluar la responsabilidad del sujeto en sus actos, lo que tiene efectos en el propio individuo y, en ocasiones, un impacto social significativo.

La intervención del psicólogo forense en estos contextos no solo es crucial para la toma de decisiones informadas por parte de jueces y otros profesionales del ámbito legal, sino que también contribuye de manera considerable al bienestar de las personas afectadas y al orden social en general.